Uno de los lugares más fascinantes del planeta, donde acampamos durante 2 noches (Serengeti, Tanzania)
Kopjes (formaciones milenarias de roca de granito donde suele descansar el rey de la sabana), en el Serengeti
El cielo esta parte de África es un espectáculo único cuya magia te hechiza para siempre (Maasai Mara, Kenia)

Atardecer en el campamento Endake, en pleno Parque Nacional del Serengeti (Tanzania)
Ladama nos enseña a hacer fuego frotando ramas con las manos. Parece tan fácil...
Pita en el Río Mara (Reserva Natural del Maasai Mara,
Kenia)
TEXTO & FOTOS: ELENA SOLINÍS
Dicen que todos
tenemos una vocación, en algunos casos marcada desde la cuna. En el mío es
indudable que nací trotamundos, culo inquieto y aventurera, y que una de mis
pasiones siempre fue conocer e inmortalizar todo aquello que me inspiraba por
el camino para contarlo. Algo de lo que hice mi profesión, cámara en mano.
Desde muy
pequeña soñaba con volar y recorrer todos los rincones del planeta, quería conocer
a todo el mundo. Quería saber sus nombres, cómo eran, vivían, jugaban, comían…,
qué música les gustaba escuchar, cómo se comunicaban... Pensaba que podría
hacerme amiga de todos, y me encantaba imaginarme cómo sería poder hablar en todos
esos idiomas y conocer a tanta gente diferente. Y un día llegó África…, un
continente por el que sentí una atracción especial que no había sentido antes, un
flechazo a primera vista que se convirtió en pasión, y que creció en cada nueva
visita. Y es que África deja una huella imborrable en el corazón…
Karibuni na
Africa!
Vista desde
nuestro camión Endake del inmenso Valle del Rift Oriental
(Kenia)
Interior de nuestro camión Endake, un auténtico “hotel de lujo con ruedas” al que no
le falta de nada,
¡ni siquiera chill-out y vista
panorámicas!
Safari y Pita nos reciben con una espléndida bienvenida.
Acampar en plena Reserva Natural del Masaai Mara, en la orilla del famoso río, es un auténtico lujo que solo unos pocos pueden permitirse.
RUTA GRAN SAFARI ENDAKE (www.endake.com)
16 DÍAS EMOCIONANTES RECORRIENDO EN
CAMIÓN, CANOA, 4X4 Y AVIONETA LA RESERVA NATURAL DEL MAASAI MARA (KENIA), EL
LAGO VICTORIA, EL PARQUE NACIONAL DEL SERENGETI, EL CRÁTER DEL NGORONGORO
(TANZANIA), Y, POR ÚLTIMO, LAS PLAYAS PARADISIACAS DE ZANZÍBAR Y STONE TOWN
Si
hay algo mejor que un viaje, es imaginarse ese
viaje. ¿Cuántas veces has soñado con ver en vivo y en directo a los
leones de los documentales en la sabana, o escuchar su estremecedor rugido? ¿Saltar
con los guerreros Maasai? ¿Recorrer en un 4x4 el Parque Nacional del Serengeti
mientras te cruzas con enormes manadas de ñúes y cebras? ¿Verles cruzando el Río
Mara, plagado de hambrientos cocodrilos, en estampida, desesperados por cruzar
hacia tierras más cálidas en busca de alimento? ¿Contemplar el escalofriante
ritmo frenético e interminable de la Gran Migración? ¿Fotografiar el cráter del
Nogorongoro? ¿Dormir bajo las estrellas del cielo africano y escuchar los
sonidos que nacen de lo más profundo de la naturaleza? ¿Visitar los orígenes de
la civilización? ¿Broncearte en las playas paradisiacas de Zanzíbar…? Seguro
que más de una vez. Y vivir, probar y saborear todas estas experiencias, y
muchas más, es lo que se hace en un Safari de Aventura como este.
Una de las cosas más importantes que debes saber
antes de embarcarte en una aventura de semejante calibre (sobre todo
económico), es a quién delegar la responsabilidad de toda la organización.
Lógicamente no te vas a ir a Kenia mochila en mano y adentrarte en el Maasai
Mara haciendo autostop a la aventura, o por lo menos NO te lo recomiendo,
al margen de todos los permisos previos que necesitas, y de las muchas tasas
que te harán pagar, no es un destino seguro para ir por tu cuenta. Estamos
hablando de un viaje diferente que no cumple con todas las comodidades a las
que puedas estar acostumbrado. En África todo va “pole-pole” (“muy despacio”),
y el estado de las carreteras es a veces imposible, entre otras cosas. Pero, para
tu total tranquilidad, existen empresas expertas en estos menesteres. Y de
todas ellas, aquí en España, ENDAKE
es probablemente la mejor. ¿Por qué? Porque ninguna otra tiene el conocimiento,
equipo humano, flota de camiones, rangers, condiciones, ni la estrecha relación
con las tribus locales, que tienen ellos. Entre esas condiciones, podrás dormir
en zonas totalmente inaccesibles al público dentro de los mejores Parques
Nacionales, Santuarios y Reservas de África, un auténtico lujo que no todos
pueden ofrecer, y que, además, es un plus para no perder tiempo en
desplazamientos.
DIARIO DE RUTA
Día 1: Hoy comienza el safari de mi vida. Hemos quedado
en el aeropuerto con el resto del grupo a las 4.30AM rumbo a Nairobi. Después
de un día entero viajando vía Bruselas, llegamos agotados a nuestro acogedor hotel
en Nairobi, deseando ponernos al día con nuestro guía, comer algo y meternos en
la cama. Mañana nos espera un día intenso…
Día 2: Dani nos da el toque de queda a las 6AM. Hay que
ponerse en marcha para comenzar nuestra Ruta Gran Safari de 10 días y 3.200 Kms
a camión, 1.000 litros de gasolina, 40 litros de aceite para el motor y mucha
adrenalina, en los que atravesaremos gran parte de la Reserva Natural del Maasai Mara, el Lago Victoria, el Parque
Nacional del Serengeti, el Área de
Conservación del Cráter del Nogorongoro, y, por último, Arusha, donde descansaremos y cogeremos
una avioneta rumbo a las playas de Zanzíbar.
Nos
acomodamos en nuestro espectacular camión de 12 toneladas Endake. Este inmenso vehículo-hotel de lujo con ruedas, será nuestro hogar durante los próximos 10 días.
Ya
estamos listos para partir hacia el Valle
de Rift Oriental… Después de parar en un mirador con unas vistas de esas
que quitan el hipo, y comprar municiones con burbujas para el chill-out
(si, es un camión con chill-out y vistas panorámicas, entre otras cosas
que ni te imaginas), llegamos al Campamento, situado en el Santuario Natural de Olonana, un lugar absolutamente paradisiaco a
orillas del río Mara, en plena Reserva Natural, y a tan solo unos metros de las
grandes familias de hipopótamos y cocodrilos del Nilo que viven en sus aguas.
Nos
da la bienvenida una familia de guerreros Maasai. Dani nos explica que viven
allí en su aldea, y que nos acompañarán y protegerán durante toda nuestra
estancia. Nos acomodamos en nuestras fantásticas tiendas, y después de una
buena ducha y una deliciosa cena nos llevan a explorar la zona. El río Mara es
aún más espectacular de lo que me había imaginado. Visitamos su aldea, nos
presentan a sus mujeres e hijos, y nos cuentan cómo viven.

Noel, nuestro cocinero, es una auténtico chef. Cocina de maravilla y se nota que le apasiona.
Días 3 & 4: Toque de diana a las 5.45 AM. No hemos venido
hasta aquí para dormir, y los game-drives suceden de sol a sol. Después
de un fantástico desayuno con un potente café tanzano, fruta fresca, tostadas,
huevos, crepes y salchichas, preparado por nuestro Chef Noé (un cocinero
local con excelentes dotes culinarias), salimos en nuestro camión en busca de los
“big 5” (león, elefante africano, búfalo, leopardo y rinoceronte), y demás
animales de la fauna africana. A partir de hoy y durante 6 días más, saldremos de
safari en busca de animales salvajes tanto de día, como de noche, parando para
almorzar por el camino, y regresando al campamento para descansar y cenar.
Acampar a escasos metros del río Mara,
conviviendo con los vecinos de las aldeas Maasai, y sentir que el tiempo se
detiene en mitad de la noche con las pisadas, gruñidos, berridos, aullidos, y,
en muchos casos, rugidos y gritos de hienas, leones, hipopótamos, babuinos,
impalas y demás fauna salvaje que merodeará por tu campamento, no tiene precio.
Es algo que no se olvida nunca.
La emoción que se siente al ver por primera vez
a una familia de elefantes en su hábitat salvaje, o de jirafas, cebras, ñúes,
impalas…, búfalos, hipopótamos, cocodrilos o rinocerontes, es indescriptible.
Sencillamente te quedas sin respiración.
Pero si además tienes la gran suerte de ver a una familia de leones descansando
el almuerzo a la sombra de un arbusto, a un leopardo dormido sobre la rama de
una inmensa acacia, y a un rinoceronte negro solitario caminando por ahí…, el
madrugón, y por supuesto el viaje, ya ha merecido la pena. ¡Y aún nos quedan varios
días!
Ver a los "cinco grandes" merodeando por la sabana a escasos
metros de tu 4x4
es lo menos que te puedes esperar en un safari con
Endake
Día 5: Partimos hacia el Lago Victoria. El viaje es largo. Tenemos que atravesar tierras Maasai, Wakuria y Sukuma, y llegar a la
frontera con Tanzania, pero las carreteras no pueden estar en peor estado
porque ha llovido la noche anterior, de hecho son inexistentes. Atravesamos a
duras penas unos kilómetros, hasta que nos quedamos encallados en una grieta
enorme de la que no podemos salir (la aventura es la aventura, y nadie dijo que
este fuese un viaje de lujo y relax…). Después 2 horas intentando alzar la
rueda anclada en el barro de un camión de más de 10 toneladas, y bajo un sol de
justicia, decidimos que no queda más remedio que pedir otro camión. Safari
(nuestro experimentado conductor), y toda la gente local que se unió al
rescate, nos ayudan a desalojar nuestras cosas. Caminamos 500 metros maletas en
mano (¡y cabeza!), hasta llegar a nuestro nuevo camión Endake, ¡la salvación!
Algo más pequeño, pero igual de cómodo (después nos enteramos de que tardaron
varias horas más en sacar la rueda de ahí).
Misión imposible... ¡Toca caminar con todos los bultos hasta otro camión Endake!
Este
tipo de imprevisto es el que te encuentras en un viaje de aventura, y debes
contar con ello. Todos participamos en el rescate, y eso nos unió más aún y nos
mostró la cara real de África. Como dijo Paco Nadal, uno de los periodistas
asistentes: “Si no conoces ésta África, la salvaje y sin lujos, no conoces
África”
La gente local carga con hasta 150 kilos de carbón cada día durante varios kms. para poder comer,
todo esto en bici y por caminos imposibles...
Enseguida
llegamos a nuestro destino: el Speke Bay Lodge, un precioso hotel de
lujo a orillas del Lago Victoria.
Pocas veces había disfrutado tanto de una ducha…, y estoy segura de que no era
la única. Después de cenar caímos KO en la cama…
Día 6: Desayunamos en la playa y salimos en canoa hacia un
pueblo pescador de la etnia Sukuma.
La experiencia fue una de las más impactantes del viaje. La aldea parecía haber
salido de la nada, llena de niños que no nos soltaban la mano pidiendo
caramelos y dinero, y de animales sueltos por todas partes en medio de un
mercado ambulante con unas medidas de higiene bastante limitadas. De vuelta al
Lodge, nos toca recoger todo y salir de nuevo camino al Serengeti. Por la tarde llegamos a nuestro nuevo campamento en
plena Reserva de Ikorongo, justo a
la entrada del Parque Nacional. Nos acomodamos y salimos hacia un increíble
safari nocturno en un 4x4, linterna en mano.
Días 7 & 8: Amanecemos con el canto del gallo y salimos a pie
hacia uno de los mejores momentos del viaje. Un paseo “sabana a través” acompañados
por un guía local experto en fauna e identificación de huellas, y un par de guerreros
Maasai armados con flechas y rifles. Caminamos durante horas en medio del
Serengeti hasta llegar a lo alto de una montaña desde la que pudimos contemplar
gran parte del impresionante ecosistema a vista de pájaro, algo que nunca
olvidaré. Allí también nos mostraron cómo construyen los ladrillos de sus casas
con un adobe especial hecho con los excrementos del ganado y paja (en un viaje
como este te das cuenta realmente de lo perfecta que es la naturaleza, y de
cómo derrochamos y malvivimos en los países desarrollados).

Día 9: Hoy es un día muy especial. Nos levantamos antes
de que salga el sol para contemplar uno de los acontecimientos más
espectaculares del mundo: ver amanecer en el Serengeti. Y sin duda lo es.
Desayunamos y continuamos nuestro viaje atravesando la llanura infinita de Seronera, camino al Nogorongoro. Dani nos ha advertido de
lo especial que es llegar por primera vez al cráter y admirar semejante belleza
natural. Pero antes hacemos un alto en el camino para visitar la Garganta de Oldupai, más conocido como
“la cuna de la humanidad”. Un espectacular Cañón donde se encontraron las
huellas de los primeros homínidos (el Homo Ergaster, extinto hace
millones de años), y donde hay un interesantísimo Museo que muestra toda su
historia.
Y llegó uno de los grandes momentos del viaje:
nuestra llegada a la Zona de
Conservación del Ngorongoro, el quinto cráter más grande del planeta, y la
Reserva Natural con mayor densidad de animales de África, Patrimonio de la
Humanidad.
Describir lo que se siente desde ahí
arriba es muy difícil. Es lo más parecido al Paraíso que he visto en toda mi
vida.
Inmediatamente me doy cuenta de que habrá un antes y un después tras este
momento.
La emoción me invade, no puedo hablar y tengo los ojos llenos de
lágrimas.
Acampamos en el borde del cráter bajo un inmenso
árbol de miles de años de antigüedad, y cenamos al calor de la hoguera que nos
han preparado Safari y Noél. Esta noche es la más mágica del viaje, y, aunque
hace un frío que pela (las temperaturas aquí bajan radicalmente de los 20º
hasta los 0º o más), dormimos deseando que llegue mañana para bajar hasta el
centro del cráter y contemplar el famoso “mundo perdido” del Nogorongoro…
Día 10: Madrugón de los que duelen y desayuno exprés para
llegar a tiempo a nuestra cita (programada semanas antes en Arusha por Endake, ya
que se necesita un permiso especial). Bajamos en un 4x4 a través de único
camino (lleno de curvas), con nuestro simpático guía. En 40 minutos llegamos
hasta el centro del cráter. WOW! ¡Qué espectáculo! 20 Kilómetros de diámetro de
lo que parece una ciudad perdida, un Edén, en el que conviven cientos de miles
de animales en perfecta armonía. En un solo día podrás ver a los famosos leones
de melena negra, rinocerontes negros, hienas, hipopótamos, elefantes, ñúes, búfalos,
avestruces, gacelas Thompson, guepardos, leopardos, chacales, servales, zorros
de oreja de muerciélago, babuinos…, y miles de flamencos rosados y blancos, que
son los que tiñen de rosa el lago salado
de Makat. No hay un lugar en el mundo como este. Los animales lo saben, y
aunque migran dentro y fuera a su antojo, muchos no salen de aquí. Este es uno
de los pocos lugares del planeta donde están a salvo de las terribles garras
del hombre.
Al mediodía ponemos rumbo a Arusha, donde nos alojamos en un fantástico Lodge de lujo con
piscina (Kudu Lodge & Camp). Tarde de shopping, relax y
descanso. Hoy toca preparar las maletas rumbo a Zanzíbar…
Días 11 al 13: Madrugón de nuevo y desayuno de lujo en el hotel antes de partir rumbo a
las Islas de las Especias. Hoy es un día muy triste porque nos despedimos de
Dani, Safari, Noel, el camión, los Parques Naturales, los animales, y el África
salvaje que tanto nos ha enamorado a todos. La avioneta sobrevuela en Kilimanjaro,
y, antes de que nos demos cuenta, hemos aterrizado en Zanzíbar. En un par de
horas llegamos a nuestro esperado destino de playa. Karibu na Kendwa Beach!
Estamos en una de las zonas más turísticas de Zanzíbar, al norte de la isla. A
partir de este momento, y hasta dentro de 3 días, solo tendremos que
preocuparnos de dormir, tomar el sol, nadar en las aguas cristalinas del Océano
Índico, beber, comer y bailar al son del ritmo isleño.
Día 14: Aprovechamos los últimos minutos de playa y salimos hacia Stone Town, antaño uno de los centros neurálgicos de comercio de esclavos más importantes de África, hoy Patrimonio de la Humanidad, y ciudad famosa por sus puertas de madera talladas a mano, por sus especias, y por haber visto nacer y vivir en sus primeros años de vida a la estrella de rock Freddy Mercuri. Una ciudad colonial de gran personalidad y diversidad cultural, prácticamente Maasai y musulmana en su totaliad, que convive con el ir y venir de turistas blancos. Aprovechamos el día para caminar por sus calles estrechas, visitar el mercado, y hacer las últimas compras de nuestro viaje, que termina mañana…
Día 15: Parece mentira pero nuestro viaje ha llegado a su fin. Es hora de
organizar maletas y despedirse del grupo en el aeropuerto, rumbo a Dar Es
Salaam.
Kwa kuonana Safari Endake!
Endake Expediciones está formado por un grupo de españoles de corazón
africano, totalmente enamorados del lado salvaje de África casi desde el
biberón, que viven a caballo entre Tanzania, Kenia y España desde hace varios
años. Este es el caso de Dani Serralta, Director de Operaciones y alma máter.
Un auténtico “Dr. Livingstone” catalán de 35 años instalado en África como uno
más, y que ha hecho de su pasión por este continente su leit motiv.
Tiene pinta de explorador curtido lo mires por donde lo mires, y no se quita su
sombrero de Cocodrilo Dundee ni su brazalete Maasai ni cuando viene a
España (creo que el brazalete ni siquiera para dormir…). Habla varias de las
lenguas locales del África Oriental, desde suahili, bantú, francés, inglés…, y
conoce la sabana como un guepardo. Con este tipo de compañero de viaje es
imposible no enamorarse hasta de las perseverantes moscas. Una cosa sí que te
puedo asegurar: aprenderás más de la vida en este viaje, que en todos tus años
de estudiante.
Poder explorar la magia del Ecosistema Maasai-Mara-Serengeti, de esta
manera y durante 6 días completos, es algo que solo ofrece Endake. Viajarás con
un guía español experto en safaris durante todo el trayecto, un cocinero, y un
conductor local. Además, los guerreros Maasai te acompañarán y protegerán
durante toda la ruta hasta llegar a Zanzíbar, donde comienza tu viaje de relax de
4 días antes de volver a casa. Si lo prefieres, podrás elegir el final de tu
viaje en las playas de Isla Mauricio, Seychelles, Isla de Mafia, Dubai o
Maldivas, en vez de Zanzíbar. ¿Alguien da más?
Ellos se encargarán de todos los trámites, y de cubrir todas tus
necesidades. Tu solo tendrás que preocuparte de disfrutar.
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